El mundo del café, como otros espacios, no ha sido históricamente un terreno poco hostil para las mujeres. No obstante, aún con tropiezos y muchas dificultades, a lo largo de los años, varias mujeres han trabajado a pulso para lograr un lugar digno de reconocimiento en las esferas de los amantes del café. Una de tantas mujeres entrañables, obstinadas y valientes fue la Reina del Café de Especialidad, Erna Knutsen, nació en Noruega pero muy pequeña se mudó con su familia a Nueva York. Al cumplir los 18 se casó y emprendió varios trabajos como secretaria y fue hasta los 40 cuando se trasladó a San Francisco, que entró a trabajar en la empresa Café de la American Molasses Company. El café había estado presente desde sus primeros años en Noruega, hacía parte de la rutina diaria, moler el café para su padre y beberlo para empezar el día. Por esta y por otras razones, el trabajo en esta empresa era de todo su agrado. Luego, halló otro puesto en Bert Fulmer.
Estando allí, empezó a direccionar sus esfuerzos hacia el aprendizaje en materia de café. La catación fue lo primero en lo que se ocupó, sin embargo, esta tarea resultó difícil dado que estos espacios eran ocupados exclusivamente por hombres. Poco a poco fue desarrollando su paladar y pronto pudo poner sus capacidades en práctica en contextos reales mientras trabajaba con Fulmer, su jefe. Fue tanto su talento que se ganó un lugar mucho más importante en aquella empresa: el de vicepresidenta.
Varias anécdotas señalan que algunos hombres que sostenían relaciones de negocios con Fulmer lo amenazaron para que impidiera que Knutsen hiciera parte de aquellos procesos “solo para hombres”. Llegaron a amenazarlo con renunciar y poner fin a sus proyectos si ella no se retiraba, pero Fulmer se mantuvo firme en sus decisiones y continúo apoyando el trabajo de Knutsen hasta que se ganó un lugar en las salas de catación y un importante reconocimiento en el ambiente de aquel entonces.
Fue en 1974, cuando la entrevistaron en Tea & Coffee Trade Journal y fue allí cuando Knutsen utilizó por primera vez el término “Cafés Especiales”, término que fue completamente aceptado y adoptado en la cultura del café.
Su éxito fue tal que tras 10 años de trabajo arduo tuvo los recursos para comprar la empresa en la que trabajaba, la cual, dentro de muchas transformaciones, cambió su nombre a: Knutsen Coffee, LTD.
Esta es, a muy grandes rasgos, las historias de una mujer enorme quien cambió la mirada de muchos y abrió un camino importante para otras mujeres interesadas en el café. Sus logros fueron las primeras semillas para que muchas confiaran en sus capacidades y dieran pelea a ciertos círculos tan herméticos para las mujeres. Además, es importante resaltar que Knutsen también posibilitó el trabajo con pequeños comerciantes y tostadores con quienes en su momento creó una asociación de café. En definitiva, otra mujer enorme que supo hacer historia.
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